Jacks tocando en el CETIS 129 de San Fernando, Tamaulipas

Tocamos en una Preparatoria en San Fernando, Tamaulipas

“Los van a matar”. Ese fue uno de los comentarios que recibimos en la página de Facebook de Jacks cuando anunciamos que tocaríamos 5 fechas en Tamaulipas. Hace casi un año Sebastián MacGregor, nuestro baterista, se había dado a la tarea de enviar información de la banda a prácticamente cada festival cultural auspiciado por el gobierno de cada estado de la república. Hace unos meses nos contestaron del gobierno del estado de Tamaulipas y nos contrataron para tocar en San Fernando, Matamoros, Río Bravo, Reynosa y Nuevo Laredo como parte del Festival Internacional de Tamaulipas 2015.

Las buenas noticias no suelen ser titulares muy llamativos, al menos creo que muchos medios piensan así y especialmente respecto a la situación en el norte del país. Desde que la llamada “Guerra contra el narcotráfico” de Calderón comenzó en 2006, cualquier persona te puede decir que Tamaulipas, y muchos otros estados del norte, son lugares peligrosos. En San Fernando, la sede de nuestro primer show, hubo una afamada matanza masiva en 2011 y aún se disputa si las cifras fueron de entre 193 o más de 500 muertos.

Si buscas “Tamaulipas” en cualquier medio, encontrarás titulares como “Violento Fin de Semana deja 22 Muertos en Veracruz y Tamaulipas” (Julio de 2015) o “La Tragedia de Tampico: Una Ciudad Violenta Abandonada Hasta los Árboles” (Junio 2014).

Investigando un poco más a fondo me encontré este artículo del vocalista de Tungas, una banda de punk del D.F., en el que habla de cuando su banda fue a tocar a Matamoros en 2011 y fueron cuestionados e intimidados por presuntos miembros del cártel del golfo. Dos individuos les dijeron “para la próxima vez que vengan nos hacen una rola bien mamalona, ¿va?” mientras se alejaban en un coche con uno de sus discos.

“Ok” pensé, “lo peor que puede pasar es que nos pidan una rola, no es el fin del mundo, podemos hacer rolas…”. No sé, honestamente creo que a veces el pensar que a huevo una de esas cosas horrendas te va a suceder es darte demasiada importancia, porque no creo que los narcos estén rompiéndose la cabeza pensando en cómo le van a hacer para agarrar a un güey como tú o como yo. Al igual que todos imagino que tienen asuntos más importantes que atender. Siendo realista, lo que más me daba miedo era algo simple y pendejo como una bala perdida. Típico. Una balacera comienza entre ejército y narcos o entre cárteles enemigos y tú nada más estás ahí con tu cara de güey afuera de un OXXO y te toca una bala como a Rachel McAdams en esa escena tristísima de Southpaw. Qué horror.

Chance algo así. Entiendo porqué muchos de nuestros familiares e incluso algunos en la banda estaban súper paranoicos. En lo que a mí respecta, desde el principio supe que por más noticias horribles que viera en los medios eso no significaba que no iba a ir a tocar. Uno tiene que hacer lo que tiene que hacer y el Festival de Tamaulipas nos aseguró las condiciones necesarias para tocar una gira de 5 fechas fuera de nuestra ciudad. Pagaron todos los viáticos, nos hospedaron en hoteles, teníamos un chofer asignado, consiguieron lo que requiere nuestro rider y nos pagaron bien por las 5 fechas. Incluso ofrecieron ponernos escoltas para cada trayecto, pero se nos ocurrió que quizá llamaría demasiado la atención.

No éramos los únicos, el cartel del festival era masivo. Tan sólo en música incluía actos como Porter, Babasónicos, Ely Guerra, Sierra León; además de un sinfín de propuestas en artes escénicas, danza, spoken word, actividades culturales y exposiciones. Al ver esto, me pareció un intento legítimo del gobierno de Tamaulipas de limpiar el nombre de su estado y mostrar que no todo es como lo ves en las noticias desde afuera. No puedo decir que me sumergí en la realidad tamaulipeca durante los 8 días de nuestra gira por allá, pues a fin de cuentas yo iba a tocar, pero definitivamente vi cosas en este viaje que me dieron indicios de que ciudades del norte como Matamoros, Reynosa y San Fernando, parecen estar recuperándose de años muy oscuros.

Vayamos desde el principio. Alex, el chofer que nos asignaron, pasó por nosotros a las 7 AM del lunes 28 de septiembre a nuestro cuarto de ensayo/estudio en Querétaro. De ahí partimos 10 personas; los 5 Jacks, Ana Pau nuestra tour manager y fotógrafa, Choch nuestro ing. en audio y 3 amigos que iban de staff para el escenario, Rudy, Rafa y Primo. Yo no dormí nada y en el camino iba despertando cada vez que parábamos en una gasolinera. Al igual que el calor, el paisaje y los acentos iban variando en cada parada.

Todo el crew, listos para partir. Foto de Anapauz.
Todo el crew, listos para partir. Foto vía Anapauz.

Vimos un sólo retén. Nos frenamos y un militar preguntó a dónde íbamos y qué haríamos ahí. Nos dejó ir sin revisar nada cuando escuchó el nombre del Festival y supo que éramos una de las bandas. Poco después llegamos a San Fernando. Lo primero que notamos es lo abandonado que se veía, incluso en las avenidas principales proliferaban los locales comerciales y casas con pasto que llegaba hasta las ventanas rotas. Se nota que aquí la guerra pegó duro y no sabíamos qué implicaba eso para el show que veníamos a dar o nuestra seguridad.

Nos reunimos con Eusebio, el representante del gobierno que nos guiaría en esta ciudad. (Wikipedia dice que San Fernando es una ciudad). Eusebio nos cuenta que ni siquiera hay un cine y se aburre mucho pero los amaneceres son increíbles para salir a correr. Nos cuenta también que en los últimos 5 años, 7 de cada 10 familias en San Fernando fueron afectadas por el crimen organizado pero que todo ha cambiado mucho recientemente debido a que pusieron un cuartel militar muy cerca. Desde entonces, según Eusebio, el tema de la seguridad está mejorando mucho. No sé qué implica poner un cuartel militar pero suena como algo que no hubiera sido descabellado hacer antes. Todo se ve como un pueblo fantasma pero cuando vemos dos sucursales de OXXO, Rudy señala que para abrir una debe haber al menos 260,000 personas a la redonda. Gente sí hay.

Camino al restaurante donde comeremos vemos más indicios de vida; jóvenes saliendo de la escuela, viejitas lavando ropa, hombres bebiendo afuera de talleres mecánicos. Ya entrada la noche compramos cerveza también y nos vamos al hotel.

Aquí nos dieron las 3 comidas de nuestra estadía en San Fernando.
Aquí nos dieron las 3 comidas de nuestra estadía en San Fernando.

Al día siguiente el primer show estaba agendado a las 11:30 am. Llegamos al CETIS 129 para hacer soundcheck. No habíamos ni probado y ya había chavitas y chavitos viendo desde las ventanas y las que podían estar en el patio ya nos pedían fotos. Siempre que tocamos en escuelas nos va bien. Es simplemente la población que mejor responde a nuestra música (hicimos una gira de escuelas a principios de año) y nos informan que la mayoría de las secundarias y preparatorias de San Fernando vendrán al show.

Para cuando salimos a tocar hay como 500 personas en el patio junto con algunas representantes del gobierno de Tamaulipas. Hacemos lo nuestro y desde la primer canción empezamos a sudar. Luego Aarón incita a todos a venir al frente. Algunos sólo se quedan sentados renuentes, otros se levantan y van a la cafetería, pero una multitud se empieza a generar al frente y la intensidad del show incrementa.

Para mí tocar shows es una relación simbiótica de energía entre la audiencia y los músicos. Mientras más locos se ponen en el público, más locos nos ponemos nosotros. Mientras más fuerte gritan, más fuerte tocamos. En esta ocasión el crecimiento en conjunto se da también con el sudor. Estamos bajo una especie de domo de aluminio e imagino que todo el calor se concentra ahí. A las 3 rolas ya estamos todos chorreando. Nuestras playeras tienen manchas de distintos tonos de negro o gris y todos brillamos de la cara. Una vez que me percato de que mi pelo gotea, trato de no salpicar sudor en la fila de enfrente cuando me acerco a gritarles. Aún así, cuando me agacho a hacer ruido con algún pedal algunas personas empiezan a tocar mi cabeza y a despeinarme más. Como Aaron, Pedro y yo estamos al frente del escenario esto nos empieza a pasar a los tres. La gente grita, nos manosean, sus manos se sienten sudadas también, algunos bailan, todo se convierte en una fiesta de sudor y energía que dura hasta que nos bajamos.

Foto vía Anapauz.
El autor hincado frente al público. Foto de Anapauz.

Después del show nos arrinconan atrás del mixer y nos piden abrazos, fotos, firmas. Una chica nos pidió a los 5 que firmáramos su Ipad. Firmamos mochilas, zapatos, uniformes escolares, cuadernos y celulares. A Sebas no lo dejan en paz, entre abrazos y abundantes fotos uno de los jóvenes de la escuela se entromete en el grupo y trata de llevárselo a la salida diciéndole que su banda está afuera esperándolo; afortunadamente Choch y el Primo estaban afuera e impiden que se lleven a Sebas a donde sea que se lo quisieran llevar. Supongo que el chavo no la estaba pasando bien y quería que todo terminara. El frenesí dura como 40 minutos más hasta que la gente del gobierno dice “suficiente” y nos meten al camerino improvisado que armaron en el auditorio de la escuela. Nos relajamos un rato y tratamos de recuperarnos del shock. No todos los shows terminan así.

Conforme se va dispersando la multitud que queda afuera, platicamos con los representantes del gobierno que vieron el show. Uno de ellos, que se hace llamar “El Profe Yeyo”, nos cuenta que las cosas están mucho más tranquilas en San Fernando y que el único momento en el que temió por nuestra seguridad fue cuando estábamos arrinconados atrás del mixer por decenas de menores de edad. Nos cuenta también que rara vez van grupos de nuestro estilo de música a San Fernando y menos con cómo estuvieron las cosas los últimos años. Confirmamos esto cuando empiezan a llegar mensajes a nuestra página de Facebook. Mucha gente nos ha escrito diciendo que fue la primera vez que habían visto a una banda en vivo y que ansiaban ver ese tipo de música en su ciudad.

Eso nos alegra muchísimo. Por un momento me imagino cómo hubiera sido pasar la mayor parte de mi adolescencia en un lugar en el que ocurren tragedias como la matanza de 2011 y donde ninguna banda se para a tocar. Nunca podré saberlo, pero mi vida hubiera sido muy diferente. La idea de que le hayamos dado una experiencia nueva y memorable a todos esos jóvenes que han crecido aquí nos llena de energía para el resto de la gira.

Últimos momentos del show. Foto de Anapauz.
Últimos momentos del show. Foto vía Anapauz.

Supongo que a veces es fácil asumir que en lugares como San Fernando todo es música banda y no hay suficiente “apoyo” a otro tipo de música. Mamadas. Después de un show como este, puedo decir que hay gente hambrienta de música distinta en más lugares de los que imaginamos, pero no la descubriremos si no vamos ahí a tocar cuando surge una oportunidad como esta. No sólo firmamos cosas y nos tomamos fotos, el show estuvo muy intenso por lo prendida que estaba la gente y vendimos discos y mercancía como pocas veces. Sólo esperamos que nos vaya la mitad de bien en el resto de las ciudades de la gira. Después de esta ninguna otra es en una escuela.

Cuando salimos del camerino Eusebio nos lleva a comer y poco después emprendemos camino a Matamoros. Ahí es el show de mañana; en la van todos seguimos pegajosos por el sudor pero es un trayecto gratificante. Me quedo viendo la planicie lustrada por el sol de las 3 de la tarde casi todo el viaje mientras The War on Drugs suena en mis audífonos. Estamos en las llanuras del Golfo de México. El mar está a 30 minutos, se siente bien estar aquí.

Texto de Rodrigo Vázquez Rosas. 
Edición y Revisión de Texto por Hanya Beliá. 

4 thoughts on “Tocamos en una Preparatoria en San Fernando, Tamaulipas”

  1. Que bueno que los chicos del cetis 129 pudieron vivir esta experiencia Yo egrese de ahí en el 2007 entonces los jóvenes teníamos más libertad para salir y realizar actividades en la ciudad Andábamos hasta tarde y hasta nos lanzadas a lugares “prohibidos” como el río, el arenal, los miradores, el panteón, etc. Y el único peligro que había era quedarse sin gas. Ahora es distinto y la juventud de hoy son niños que crecieron con el miedo de una guerra que no es suya. DIOS LOS BENDIGA POR TRAERLES DIVERSION Y ARTE

  2. Me da mucho gusto que se llevaron una excelente experiencia por sanfer como le decimos de cariño a san Fernando y ya vieron que no todo es como lo pintan, las cosas an cambio mucho y sigue habiendo delincuencia como en otras ciudades pero gracias a DIOS las cosas an mejorado mucho.
    Aprovechando este espacio les mando saludos les deseo el mejor de los éxitos y recuerden siempre no importa a donde vayan mientras que EL SR. los acompañe nada pasara. Siempre encomiendese a DIOS y el los guardará.
    Saludos al profe yeyo y la maestra Laura, su esposa excelententes personas.

    DLBM
    DIOS LOS BENDIGA MUCHO

Leave a Reply